Estados Unidos sigue siendo la asignatura pendiente de Volkswagen
Estados Unidos se ha convertido en la asignatura pendiente
para el Grupo Volkswagen que, sin embargo, va alcanzando sus objetivos antes de
lo previsto.
Por ejemplo, el conseguir producir 10 millones de unidades en
2014, cuatro años antes de lo que se habían marcado.
Pero lo han conseguido habiendo fallado en uno de los
grandes mercados del mundo, el de Norteamérica, prácticamente basado en Estados
Unidos.
En 2014 vendieron 565.000 coches entre las marcas Volkswagen y Audi,
muy lejos del objetivo que se han marcado para 2018 de alcanzar el millón de
unidades.
El problema lo tiene más la marca Volkswagen, a la que en
los planes iniciales le había encomendado alcanzar las 200.000 matriculaciones
dentro de cuatro años, algo que debería conseguir, o al menos quedarse muy
cerca, en el curso de 2015.
El año pasado, la marca premium del consorcio
alemán logró prácticamente 160.000 ventas.
La buena marcha de Audi puede ser una ayuda para Volkswagen
que, siguiendo los planes originales, debería en cuatro años doblar sus ventas
hasta las 800.000.
Por ahora el conseguir esas ventas se ha puesto complicado,
En 2014 las redujo en un 10% respecto al año anterior hasta las 408.000.
Las
causas de este desplome, según explica Michael Horn, presidente ejecutivo de
Volkswagen Norteamérica son, por un lado, la falta de oferta de vehículos
todocamino que tiene la marca, cuando estos representan un tercio de la demanda
total. Y por otro lado, que sus modelos actuales, empiezan a acusar un cierto
envejecimiento.
Como se pudo ver en el Salón de Detroit, la marca ha
reaccionado en lo que se refiere a los todocamino. Como ya se ha dicho, para
2017 está previsto el lanzamiento de uno de estos todocamino, con siete plazas,
que se producirá en la fábrica de Chattanooga, en el estado de Tennessee, con
siete plazas.
Casi al mismo tiempo debe llagar una versión alargada, también
siete plazas, del nuevo Tiguan, que se producirá en México. Y queda en la
recámara la producción, todavía no aprobada, del todocamino de cinco plazas que
derivaría del prototipo GT Cross también presentado en Detroit a mediados de
enero.
Este vehículo, como el de siete plazas previsto para 2017, se produciría
también en la planta estadounidense, en exclusiva para aquel mercado.
Pero además, se apuesta también por los turismos, para
renovar los actuales Jetta y Passat. Este último lo será por un modelo derivado
del que se está introduciendo ahora en Europa en la segunda mitad del año y se
producirá también en Chattanooga.
En cuanto al Jetta, su hueco será ocupado por
el Golf, que acaba de ser designado Coche del Año en Norteamérica 2017, después
de haberlo sido de Europa en 2013, tanto en versión berlina como en la Variant,
allí denominada SportWagon.
La ofensiva de nuevos modelos no termina ahí. Si en el
capítulo de las camionetas pick up se conforman conseguir compitiendo con el
Amarok, demasiado pequeño para el gusto estadounidense, se están planteando el
poder ofrecer un furgón –un van, si utilizamos la denominación norteamericana–
tomando como base el sucesor del Crafter europeo.
Este será un producto 100%
Volkswagen, concluído ya el acuerdo de producción con Mercedes.
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