Belén Esteban es la más querida de televisión

Valencia, 21 de junio de 2016. Recién descalabrado en las elecciones generales de marzo y en plena guerra nuclear interna, Mariano Rajoy da un golpe de timón en el XVI Congreso del PP y, modificación de estatutos mediante, sale blindado como líder y candidato del partido a la Moncloa. En los meses posteriores se verá como el gallego se desinfla, aunque él barrunta que ya le va tocando: en un bucle de alternancia bipartidista que ni la de Cánovas y Sagasta durante la Restauración, para 2012 España será otra vez popular o no será.

Finalmente, el vaticinio podría cumplirse antes de lo previsto. El 20 de noviembre de 2011, para más señas. Y no porque lo digan los sondeos sobre intención de voto. Resulta que, por encima de la eficacia (31,2%) y antes que la preparación (28,7%), los españoles proclaman ahora preferir la honradez como primera virtud de sus políticos (79,4%), según el último barómetro del CIS. Para la mayoría de la población de un país poco o nada interesada por la política (el 55,2%), la cuestión se reduce a elegir entre lo malo y lo peor. Pero, ¿qué pasaría si introducimos nuevas variables en la ecuación?

La aparición en el horizonte político de Carme Chacón, el pasado febrero, dio alas a un debate que ni Rosa Díez había logrado espolear: ¿y si en lugar de presidente fuera presidenta? La ministra de Defensa era la mejor valorada del aparato gubernamental -lo sigue siendo- y podría llegar joven pero sobradamente preparada a la Moncloa (con 40 años, igual que Felipe González). El hecho de que al final decidiera inmolarse antes que hacer pasar a su partido por el calvario de unas primarias, evitando de paso convertirse en chivo expiatorio a beneficio de Rubalcaba, demuestra que es una gran jugadora.

En vista del panorama, no cabe otra que interesarse por las preferencias patrias en términos de presidenciables femeninas. Según la encuesta online de Magazine (la primera que realiza en ese sentido), no hay duda: arrasa Esperanza Aguirre con el 58,1 de los votos. Lo que ya son ganas de tocar las narices, porque la todopoderosa presidenta de la Comunidad de Madrid es, justamente, el reverso de Mariano Rajoy, amén de su peor pesadilla.

AMBICIÓN POLÍTICA. La condesa consorte de Murillo y Grande de España ha echado varios pulsos con el líder de su partido y los ha ganado. Comprensible que no tardara en especularse sobre su ampliación de horizontes y sus intenciones de disputarle el título presidencial a Rajoy. La propia interesada lo desmentiría asegurando tener colmadas sus "ambiciones políticas" pero, en un alarde de galleguismo que pondría de los nervios a su posible contrincante Rosa Díez, también asumía que "como jugadora de póquer y de mus, para poder descartarte tienen que darse las cartas y éstas no se han dado".

Está claro: de Esperanza gusta que tenga más ovarios que testículos el célebre caballo de Espartero. El blindaje de Rajoy la habrá dejado fuera de juego para cuatro años, pero ahí ha estado ella todo este tiempo recordándole que, mientras él ha seguido en la oposición tras dos derrotas, ella ha gobernado en su terruño con mayoría absoluta. Impetuosa y hasta inconsciente, mientras él se lo piensa, ella se adelanta; mientras el uno calla, la otra opina; mientras él esquiva las preguntas, ella vive en permanente rueda de prensa, chupando plano incluso desde la camilla de un hospital.

Hay mucho de icono pop, además, en esta mezcla inaudita de Margaret Thatcher y Abuelita Paz con estilismo del barrio de Salamanca (aunque sea vecina de Malasaña de toda la vida, o casi), impulsado por esos programas que, intentando ridiculizarla -cuando parecía tener el mismo guionista que Carmen Sevilla, momento Telecupón-, crearon una imagen simpática y entrañable de la doña. No resulta difícil imaginar a los empresarios forrando portafolios con sus fotografías o a los banqueros colgando su póster en las taquillas del gimnasio. Recordemos, en fin, que Esperanza es el decimocuarto personaje más querido del país, según nuestra última encuesta al respecto.

Poco puede hacer frente a todo eso la segunda clasificada en este sondeo (el mismo puesto que ocupa desde hace meses en la lista de los políticos más valorados del CIS, por detrás del dirigente y candidato presidencial de CiU, Durán i Lleida). Desencantada del socialismo, la vizcaína Rosa Díez concita desde Unión Progreso y Democracia (UPyD) a votantes de distinto pelaje con un discurso que araña más del PP que del PSOE a costa de rechazar el nacionalismo, posicionarse contra el terrorismo y propugnar la demandada reforma de la ley electoral. Bueno, y poner a caer de un burro a Zapatero.

Díez también tiene el mérito de ser oficialmente la primera mujer candidata a la presidencia del Gobierno y gana puntos con gestos de transparencia como hacer públicas las cuentas de su partido, aunque todo parezca ejecutado de cara a la galería. Rubia en el sentido más ambicioso del término, he aquí una superlideresa de ego desbordado e ideario neoprogre que, encima, da mítines con las manos en los bolsillos. Para el caso, su 43,6% de respaldo la adelantan respecto a las siguientes presidenciables en liza, María Dolores de Cospedal y Soraya Sáez de Santamaría (27,4% y 18,5%, respectivamente), por no hablar de las únicas socialistas que entran en juego, Carme Chacón y María Teresa Fernández de la Vega (en sexta y séptima posición, con casi 30 puntos menos).

Boutades como la de esa Alaska en la décima plaza aparte (tranquilos, de Belén Esteban ni mú), quedan por considerar todas esas madres (y algunas novias) marcadas en la casilla "Otras". Porque está escrito: promover como presidenciable a la madre que nos parió es la única manera de evitar que el sueño de una encuesta de verano acabe en pesadilla real.

FICHA TÉCNICA DE LA ENCUESTA. Universo: usuarios de elmundo.es y lectores de magazine. Descripción del estudio de campo: entrevistas online a través de elmundo.es. Fecha de realización: 3 y 4 de julio de 2011. Realización: Departamento de Investigación de Unidad Editorial. Tamaño de la muestra: 7.929 total respuestas. Perfil total del encuestado: hombres universitarios con edades comprendidas entre los 30 y 44 años (el 49%).

No podía ser de otra manera, la Espe se coloca a la cabeza de esta lista con nombre de mujer. La que fuera primera presidenta del Senado podría convertirse en la primera presidenta del Gobierno, al menos según los votantes de esta encuesta, que creen que la actual responsable de la Comunidad de Madrid podría ser también la primera fémina en instalarse en La Moncloa. Porque Esperanza Aguirre es una mujer de rompe y rasga, capaz de vestirse de chulapa o de plantarse unos calcetines blancos con sandalias en su rueda de prensa a la vuelta de Bombay, donde unos terroristas irrumpieron a tiros en el hotel donde se alojaba... Tras ser operada con éxito de un cáncer de mama, la Aguirre prometió dar mucha guerra. Y arrasó en la urnas, una vez más, igual que se lleva de calle a las masas empleando su esencia y verbo más castizos.

A la bicefalia, a la aburrida dicotomía PP-PSOE le ha salido una rubia contestona y robavotos. Desde que se envolviera en la bandera alternativa de UPyD, la vizcaína no para de ganar miles de adeptos que ven en su retórica un discurso renovado, sin cínicas obediencias de partido ni radicalismos por cuestiones de militancia bipolar. La vizcaína goza de simpatías por abrir esa tercera vía y por caminar sin complejos: se precia de ser de izquierdas y españolísima. Incómoda, honesta y preparada, ha sufrido en sus carnes la sinrazón asesina y totalitaria de ETA. Lo vivido, personal y profesionalmente, lo ha plasmado en tres libros que han tenido recorrido editorial. Aún arrastra un sambenito a su pesar. Hay quienes la acusan de ser un submarino de la derecha por el mero hecho de haber abandonado el PSOE.

Es la mujer que ha acabado con décadas de socialismo manchego. Es la madrileña de Albacete que hizo abogacía como puente a la política. Es la mujer de derechas que se fecundó in vitro para ser madre (y para escándalo de algunos correligionarios). María Dolores de Cospedal ha alcanzado, de momento, su cénit al tomar posesión de la Junta de Castilla-La Mancha el pasado 22 de junio. Acababa de destronar siete años de reinado de José María Barreda gracias a una mezcla de juventud, modernidad y, sobre todo, capacidad de ilusionar. En el partido también hacen quinielas sobre el halagüeño futuro que la espera en otros parlamentos de mayor aforo. Quien fuera el hombro de la confianza de Javier Arenas, es otra lideresa de suaves formas, pero verbo de gran calado, que sabe muy bien elegir conjunto cada mañana.

Hace sólo tres años cuando, tras las elecciones generales de 2008, Mariano Rajoy la eligió para darle un aire nuevo al partido, era una desconocida. Una cara joven por la que el líder popular se la jugó al designarla sustituta de un ágil y experimentado Eduardo Zaplana. Así, la niña de Rajoy, como muchos la llaman, se convirtió en la primera mujer en ocupar el puesto de portavoz. Pese a las críticas (que si era muy joven, que si carecía de experiencia política), ha sabido torear en el Congreso, sobre todo aquellos "cara a cara" con María Teresa Fernández de la Vega. Comunicativa y con gran capacidad de trabajo, fue elegida por la Asociación de Periodistas Parlamentarios "la diputada más activa". Hoy Soraya parece hallarse en un doble estado de buena esperanza: será madre en noviembre y, si su partido gana las elecciones del 20-N, quién sabe si ministra.

Ha sabido mejor que nadie aguantar impertérrita la mascletá generada en derredor de su partido regional por el feo chanchullo de sisas y mangas. A ella también le salpicó la trama Gürtel, pero la Barberá es mucha, mayúscula a la hora de llevar las riendas del consistorio valenciano desde hace 20 años, Lo mismo organiza visitas papales que se trae un gran premio de Fórmula 1 a los tinglados del puerto. Tampoco ha parado de enseñar a las visitas la Ciudad de las Artes y las Ciencias -otro orgullo pepero-, mientras sus conciudadanos refrendan su manera de hacer política con mayorías absolutas. La caída de su querido Camps ha mermado su proverbial alegría, que no sus ganas de seguir siendo la faraona de Levante. Muchos politólogos fabulan: ¿dónde llegaría si se propusiera saltar de la arena de la Malvarrosa al ruedo ibérico?

Emocionó a muchos españoles cuando, en un avanzado estado de gestación, pasó revista a las tropas. Su "Capitán, mande firmes" y "¡Viva España!" se quedarán grabados en la memoria por mucho tiempo. Por primera vez en la Historia de España, una mujer estaba al frente del Ejército. Casi cuatro años después, fue ella quien se emocionó al asegurar en una rueda de prensa sorpresa que no iba a presentarse al proceso de primarias del Partido Socialista. Su candidatura ya era cosa segura, de hecho, afirmó que llevaba meses trabajando en ella. Al final, se retiró para no poner en peligro la estabilidad del partido. A pesar de que Zapatero no la viese presidenciable, su opinión no la comparten los votantes de esta encuesta, que han visto en ella una muy firme candidata... Aunque ocupe una discreta sexta posición en nuestro ranking.

Valencia, 62 años Miembro del Consejo de Estado

Encarnó como pocas el papel de la fémina más competente en los gobiernos paritarios de José Luis Rodríguez Zapatero. Durante muchas encuestas fue la ministra más valorada hasta que un día, allá por el otoño de 2010, ZP prescindiera de ella. Defensores y detractores de la que fuera vicepresidenta del Gobierno coinciden en describirla como una mujer trabajadora, extraordinariamente responsable y comprometida con todo lo que hace. Fernández de la Vega se caracterizó por sus alusiones a que en España no existía la crisis, compartiendo discurso con su presidente. Al lado de Zapatero desde el primer día que este formó su Ejecutivo, conocía todo cuanto se cocía dentro. La frágil figura de la actual integrante del Consejo de Estado engaña, porque toda ella irradia fuerza y seguridad a borbotones.

Con ese apellido, a la hija del famoso banquero le sería difícil dedicarse a otra cosa. En la actualidad es la consejera delegada de la división de la entidad bancaria en Reino Unido, la mayor proyección del banco. En el año 2002, Ana Patricia Botín se puso al frente de Banesto, convirtiéndose en una de las pocas mujeres que han presidido un banco en nuestro país.

Discreta, rehuye a la prensa, siempre le ha perseguido el sambenito de ser "la hija de". Quizá por eso se ha esforzado en demostrar su valía y así aparece en casi todos los top del poder: en 2004 era la segunda mujer más influyente de Europa (según una encuesta de Financial Times) y la sexta mujer más poderosa fuera de las fronteras estadounidenses (según la revista Fortune). En la lista Forbes de las 100 féminas más poderosas en 2011, aparece en el puesto 38.

Su figura es sinónimo de poder económico, pero también de constancia y trabajo. Si por algo se caracteriza la mayor de las Koplowitz Romero de Juseu es por su discreción. Las hermanas, casadas con los Albertos (Cortina y Alcocer), dejaron en manos de sus maridos el Consejo de Administración de la empresa familiar, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), hasta que presentaron su divorcio y recuperaron el poder dentro de la entidad. Pese a alguna que otra aparición en las portadas de las revistas del corazón, Esther se ha centrado en su trabajo y en la Fundación que lleva su nombre para ayudar a los más desfavorecidos como enfermos, menores o personas de la tercera edad. Desde 1998, cuando su hermana Alicia le vendió sus acciones, es la máxima accionista de la empresa.

Olvido Gara se ha colado en esta lista copada por las mujeres del PP. A pesar de ser la última de las 10 presidenciables, está claro que Alaska tiene tirón. Chica Almodóvar, protagonista del mítico programa La bola de cristal y jurado de distintos concursos, la cantante, además de ser polifacética, es la más transgresora de este top ten de féminas presidenciables. Sin embargo, que haya formalizado su relación con Mario Vaquerizo, con el que se ha casado recientemente, no resulta demasiado transgresor. Eso sí, la boda fue ante las cámaras de televisión, lo que sí es algo más revolucionario. Icono por excelencia del mundo gay, Alaska tendría asegurado el voto homosexual. A quién le importa es el lema vital de la también bloguera de Libertad Digital y colaboradora del programa de radio de Federico Jiménez Losantos.

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