Averías en la transmisión de los Toyota

A las ocho de la mañana de hoy ha comenzado la última prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes, en Gran Bretaña. Esta edición del Rallye del RAC está marcada por el fin de una tradición. Hasta ahora, esta clásica prueba del mundial era la más espectacular y original; sus tramos eran secretos y no se conocía el recorrido del rallye hasta horas antes de la salida. Era el gran aliciente de esta prueba. No se podía entrenar, y los pilotos debían improvisar en cada curva. En este rallye se veía realmente quién era el mejor, el que más reflejos tenía. Era una prueba muy difícil, en la que los buenos pilotos, a pesar de no tener las mejores mecánicas, estaban en los puestos de cabeza.

A partir de hoy, esta prueba británica pasa a ser una más del campeonato en su configuración, aunque conserva su carisma dadas las especiales características del terreno: estrechos caminos forestales, veredas de parques naturales y caminos mixtos de asfalto y tierra. La atracción principal de esta edición es sin duda Carlos Sainz, que con el título en su poder va a salir en este rallye dispuesto a todo. El público inglés aún recuerda su espectacular actuación del año pasado, que estuvo a punto de saldarse con una victoria. Una avería en la transmisión de su Toyota en los últimos compases del rallye le retrasó hasta el segundo puesto final. «Con el título ya ganado voy a salir sin presiones psicológicas», comentaba Sainz. «Por eso, estoy dispuesto a ganar a toda costa. Es una prueba que nos gusta mucho, de tramos cortos, estrechos y muy selectivos.


Quiero recibir oficialmente el título con una victoria». Toyota Team Europe ha inscrito dos coches, el de Sainz y el del joven alemán Armin Schwarz. Además, habrá otros dos Celica GT Four de Toyota Suecia e Inglaterra, en manos de Mats Jonsson y David Llevelin. El vencedor del año pasado con un Mitsubishi, el finlandés Pentti Airikkala, sale con el número uno en la puerta de su nuevo Ford Sierra Cosworth 4x4, justo por delante de Sainz. El recién fichado Alessandro Fiorio y el piloto local Malcolm Wilson refuerzan las posibilidades 1 de Ford de cara a un buen resultado. Lancia, que ha conquistado el título de marcas, alinea tres coches, dos bajo los colores de Martini para Juha Kankkunen y Massimo Biasion y el tercero, de la Jolly Club, para Didier Auriol.

Desde la victoria de Allen en 1988, los Lancia no habían vuelto a los bosques británicos. Ahora, con la nueva normativa de entrenamientos, los italianos tienen más esperanzas de ganar, en especial, vencedor en la edición de 1987. Mazda inscribe dos coches para los habituales Timo Salonen y Hannu Mikkola y en Subaru, con los Legacy, estarán su piloto número uno, Marku Allen y el que será sin dada polo de atención del rallye, el polifacético Dereck Warwick, ex fórmula 1 y uno de los pilotos más queridos para la afición inglesa. Otro equipo a tener en cuenta para los puestos de cabeza es el Mitsubishi, con Ari Vatanen y Kenneth Eriksson. El primero de ellos tuvo el año pasado una espectacular actuación, aunque al final sólo pulo clasificarse en la quinta posición final.

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