La nueva línea de modelos de nivel superior de Mazda

Imitando a otras marcas japonesas, Mazda ha querido también crear una línea de modelos de un nivel superior de acabado respecto a los firmados con su logotipo. La intención era la de ponerse en el plano de marcas como BMW, Lancia, Rover, etc, que aportan a sus usuarios un algo más de distinción que los fabricantes «mayoristas» (así se les llama ahora en los medios del sector), entre los cuales se cuenta Mazda por más que produzca vehículos tan especiales como el RX7. Bajo ese planteamiento, nada tiene de extraño que la producción del modelo sea limitada; que de los coches que se produzcan sólo 2.500 se envíen a Europa cada mes; y que de esos, sólo 250 vayan a venir a España en un año. 

El coche se distingue por unas líneas muy redondeadas y aerodinámicas que aparentemente, por la respuesta de la gente que lo vio durante la prueba, resulta muy atractivo. La plataforma es la misma que la del Mazda 626, del que también toma el diseño básico de las suspensiones, aunque cambian un poco en lo que a la dureza y elasticidad de amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras. En el Xedos se ha buscado el combinar un máximo confort con un buen comportamiento y la impresión es que han conseguido un mejor punto de equilibrio que en el 626. La suspensión en el Xedos es muy confortable pero sin embargo el coche no balancea en exceso y se mantiene bastante plano en las curvas., lo que no suele ser habitual cuando se busca el máximo confort.


La dirección, con un dispositivo de asistencia progresivo en función de las revoluciones del motor, resulta demasiado ligera en ocasiones. En cambio se endurece innecesariamente cuando se hace subir al motor a revoluciones elevadas en marchas cortas. Es curioso que en este coche Mazda no haya aplicado un sistema de asistencia en función de la velocidad, como tiene en otro modelos, cuyo rendimiento se hubiera ajustado mucho más a las posibilidades reales del coche. Los frenos en cambio son excelentes y van equipados de un sistema antibloqueo muy eficaz y bien regulado. 

En cuanto al comportamiento en sí, el Xedos es uno de esos coches que da la sensación de que va sobre raíles. No aparece en él esa tendencia típica de los tracción delantera como a querer seguir de frente en las curvas, que hay que anular a base de tirar más fuerte del volante, ni es fácil hacer que la rueda motriz que pasa por el interior de la curva llegue a patinar en las más cerradas. Es un coche que proporciona una sensación de facilidad a la hora de ser conducido que sin duda el conductor agradece. .. En el apartado de la mecánica, el motor es un V6 de sólo 2 litros en vez del de 2,5 que lleva el 626. Son 19 caballos menos los que da este motor más pequeño, que de estar presentes no se podría decir que sobraran. Sin embargo tampoco se echan mucho en falta.

El motor responde bien, tanto en baja como a altas revoluciones, empuja el coche con fuerza y además emite un rumor muy agradable. La caja de cambios, manual, es suave de manejo y precisa. Las prestaciones son buenas y los consumos, sin ser bajos, tampoco son exagerados. En cuanto a la presentación, está muy cuidada. El equipamiento incluye «airbag», aire acondicionado, etc. Quizás el único defecto que se le puede poner es que no lleva climatizador por lo que hay que llegar a quitar el aire acondicionado cuando el interior del coche se enfría en exceso. 

La habitabilidad es buena para cuatro/cinco plazas, aunque el formato del asiento trasero la limitan a cuatro adultos. El maletero es amplio para el equipaje de esos cuatro pasajeros.

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