Alan Mulally dejara Ford en Julio
Alan Mulally, el presidente ejecutivo de Ford Motor Company
los últimos ocho años, ha confirmado que dejará su puesto a partir del día 1 de
julio, y que su sucesor será Mark Fields, hasta ahora número dos de la
compañía.
Desde hace semanas, en Detroit, la salida de Alan Mulally
era un camoroso rumor. Sólo algunos cometarios del propio Mulally, en sentido
de que tenía trabajo comprometido con su empresa hasta final de año, dejaban
abierta la puerta de la duda sobre el final de su reinado.
Unas dudas que no
existían sobre la identidad de su sucesor, desvelada desde el momento en que
Fields fue promovido de presidente de NAO (Northamerican Operations), que ya suponía
ser el delfín de Ford, a COO (director general de operaciones).
Lo que si ha sido sorpresa es que Mulally ha anunciado que
no sólo deja el puesto de presidente ejecutivo sino que deja Ford, sin hacer
ninguna precisión de que es lo que va a hacer.
Se esperaba que siguiera en el
consejo de administración de Ford, he incluso se había llegado a decir que Bill
Ford estaría dispuesto a dejarle la presidencia. Mulally, que fue Protagonista
del Motor de El Mundo en 2010, pasará a la historia como el hombre que evitó
que Ford tuviera que acogerse a un proceso de concurso de acreedores como
tuvieron que hacerlo en 2009 sus competidoras General Motors y Chrysler
Fue el
único de los que en una época fueron llamados tres grandes de la industria del
automóvil, en poder seguir activa sin ser rescatada por el Gobierno de Estados
Unidos.
Mulally fue contactado por Bill Ford Jr., el presidente del
Consejo de Administración de Ford en 2006, cuando era presidente de la división
de aviones civiles de Boeing, a la que había hecho recuperarse del impacto
inicial que le supuso la competencia de Airbus.
En Ford, replanteó todo el negocio, enfocándolo en la propia
marca, lo que le llevó a desprenderse de todas aquellas que habían sido
adquiridas con el pasado de los años: Jaguar, Aston Martin, Volvo y Lando
Rover.
Sus primeros pasos los encaminó a asegurarse líneas de crédito que
aseguraran la financiación de su proyecto, justo antes de que se iniciara la
crisis. El resto, es una demostración de coherencia y aciertos que han disparado
la rentabilidad de la compañía.
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